¿Debería ir a terapia?

Empezar un proceso de terapia psicológica es una decisión que cada vez se plantean más personas. Muchas no tienen ninguna dificultad aparente en su día a día, pero sienten que hay cosas que pueden mejorar. Otras tantas sí tienen claro que en su vida hay dificultades que les están generando sufrimiento. Algunos no notan que nada vaya mal, pero se encuentran con que las personas de su entorno (amigos, familia, parejas…) les insisten en que tienen un problema. Todas son bienvenidos en terapia porque el único requisito para empezar un proceso es sencillo: tener un objetivo.

 

Si te encuentras frente a esta decisión, dar el paso de iniciar la terapia puede generar dudas. Y de esas dudas muchas veces salen las excusas: «bueno, quizás no es para tanto», «bueno, quizás más adelante cuando tenga más dinero», «bueno, ahora no tengo mucho tiempo pero quizás después» y etcétera. Hay muchas situaciones en las que posponer la terapia, o no iniciarla nunca, no acarrea ningún riesgo. Pero hay otras circunstancias en las que retrasar esa decisión empeora la situación. En consulta, los psicólogos utilizamos cuatro criterios para determinar cuándo algo no está yendo bien. Te los comparto por si te ayudan con esa decisión:

 

  1. Frecuencia: Si tus dificultades aparecen más veces de lo habitual. «No consigo dormir bien la mayoría de noches», «No tengo ganas de hacer nada la mayor parte del tiempo» o «Me siento nerviosa durante la mayor parte del día».
  2. Intensidad: Si tus dificultades aparecen con una intensidad mayor de lo esperable. «Cuando veo una avispa me asusto muchísimo» o  «Si me enfado tengo explosiones de ira muy fuertes»
  3. Duración: Si tus dificultades están durando más tiempo del que sería esperable. «Llevo un año teniendo pesadillas sobre ello», «No puedo mantener la atención desde hace 7 meses», «Pasó hace varios años y aún me genera mucho sufrimiento«
  4. Interferencia: Si es algo que dificulta o impide a la persona su funcionamiento habitual en alguna esfera. «Estoy suspendiendo los exámenes en la universidad», «Ya no estoy igual con mi familia y mis amigos» o «No consigo hacer bien las cosas en el trabajo«

Si te lanzas a iniciar tu proceso, o te surge cualquier duda, contacta conmigo y pregúntame sin compromiso

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